Maceración pedicular en frío, y con una técnica depurada, obtenemos así el mosto yema, que desfangaremos estáticamente por frío en depósito de acero inoxidable, pasando posteriormente a su fermentación en huevo de hormigón. Dicho proceso culmina con una crianza sobre sus lías durante 5 meses, cuyo constante movimiento en el huevo de hormigón, confiere a este vino una exquisita untuosidad. De color amarillo pálido con ligeras irisaciones verdosas, hace gala de una alta intensidad aromática y gran complejidad. Equilibrio aromático con notas florales, frutas blancas de hueso y pepita, con un sutil fondo cítrico y herbáceo. Untuoso, de gran volumen en boca. Acidez muy bien equilibrada y compensada con el dulzor del tanino característico de la variedad.
Los monovarietales Garnacha, de producción ecológica, nos sorprenden con sus aromas y sabor, exclusivos de pocas uvas. En la agricultura ecológica debemos destacar, al utilizar productos no destructivos, la formación herbácea de microclimas, donde la floración y existencia de éstos permanecen íntimamente ligados a la flor y bayas del racimo, lo que nos deslumbra con los matices citados.
Es un orgullo contar en Bodegas Cornelio con este Gran Caldo.